sábado, 3 de mayo de 2014

EL ARTE DE LA CONCENTRACIÓN Y DE LA MEDITACIÓN

La palabra "meditación" se utiliza algunas veces como sinónimo de la palabra "concentración" en el lenguaje oral y escrito común. Sin embargo desde un  punto de vista concreto y definido a la espiritualidad existe distinción entre ellas:
Para la mayoría de autores la concentración consiste en enfocar la mente en cualquier clase de pensamiento por medio del interés y la determinación. La meditación es la concentración que se aplica sólo para conocer a Dios. Pero estos son, sólo conceptos generales.

         Toda Actividad requiere de cierto grado de concentración; ninguna acción bien realizada puede llevarse a cabo sin una concentración profunda. El hombre de negocios,  el artista, el estudiante, así como el buscador espiritual deben conocer el arte de enfocar todos los poderes de la atención en un solo asunto a la vez, a fin de lograr el éxito en su vocación respectiva. Concentración significa en primer lugar retirar la atención de los objetos que la distraen para 
luego enfocarla en una sola cosa a la vez. Por lo tanto, "el factor primordial de la concentración consiste en retirar la atención de todos los objetos que la distraen." (1)

Una diferenciación más profunda entre estos dos términos es la que enseña mi Maestro:
"La concentración verdadera consiste en enfocar la mente con profundidad en un pensamiento en particular a través de métodos científicos precisos". Y la "Meditación verdadera consiste en enfocar la mente -que se ha concentrado científicamente- en Dios, aplicando técnicas espirituales específicas". 
De esta manera vemos como, la Meditación se sirve de la Concentración para lograr el resultado querido. De ahí la importancia de las dos en la búsqueda espiritual, en el trabajo diario para el encuentro con Sigo mismo, con el bienestar y la plenitud. Con la Sanación.


 Meditación y concentración son pues temas que nos llevan a encontrarnos, a centrarnos  a sanarnos y, en suma, a vivir en armonía. Porque nos conducen a un estado de relajación y de conciencia de la mente y del cuerpo, elimina el estrés y la tensión en nuestras vidas. 

En Meditación nuestra conciencia se dirige al interior, a los pensamientos y sentimientos íntimos. A través de la Meditación se aprende a hacer verdadero contacto con la Bienaventuranza divina -la cual es Dios- mediante el uso perseverante de la ciencia de la Ley Espiritual. El estudiante del espíritu debe usar su poder divino de concentración, meditación e intuición para investigar las Leyes divinas a través de las cuales pueda descubrir los secretos del Espíritu. "Nunca podrás gozar de una vida verdaderamente feliz, tanto interior como exteriormente, a menos que uses el poder de la concentración que Dios te ha otorgado para recuperar la olvidada imagen del Señor que yace en tu interior".(2)    
Las personas con las que comparto e interactúo a diario en mis clases y en mis terapias me preguntan cómo es la meditación, como se hace, por qué y para qué meditar. Pues hoy quiero empezar, desde mi experiencia y lo aprendido a través de varios años de practica y de estudio, a compartir lo que considero con respecto a dichos interrogantes y  lo que algunos de mis maestros y autores preferidos enseñan  sobre EL ARTE DE LA MEDITACIÓN. 
                              
                                  POR HOY TERMINO DICIÉNDOTE QUE
        CONCENTRAR LA MENTE ES EL SECRETO DE LA MEDITACIÓN.
                                                                     
                                               En el próximo encuentro te contaré sobre EL VALOR DE LA MEDITACIÓN  -  CÓMO ES LA MEDITACIÓN -